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Imperio austrohúngaro (1867-1918) | |||||||||
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Imperio austrohúngaro (1867-1918)from the Wikipedia | Read original article |
El Imperio austrohúngaro, Monarquía austrohúngara o simplemente conocida como Austria-Hungría (en alemán: Österreichisch-Ungarische Monarchie; en húngaro: Osztrák-Magyar Monarchia) fue un Estado europeo creado en 1867 tras el Compromiso austrohúngaro, que reconocía al Reino de Hungría como una entidad autónoma dentro del Imperio austríaco, a partir de ese momento denominado Imperio austrohúngaro. En 1914 tenía una extensión de 675 936 km² y contaba con 52 799 000 habitantes y era considerado como una de las grandes potencias en el marco internacional.
Lo que era el Imperio austrohúngaro se reparte actualmente en trece Estados europeos: Austria, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina y las regiones de Voivodina y el Banato Occidental en Serbia, Bocas de Kotor en Montenegro, Trentino-Alto Adigio y Trieste en Italia, Transilvania, el Banato Oriental y Bucovina en Rumanía, la parte occidental de Galitzia y Silesia en Polonia y la parte oriental de Galitzia y la Rutenia Transcarpática en Ucrania.
El Reino de Hungría, creado en el año 1000, se convirtió en una potencia en Europa. Sin embargo, los constantes ataques de los turcos otomanos lo debilitaron a lo largo de los siglos XIV y XV. Tras la muerte, en 1526, de Luis II de Hungría en la batalla de Mohács contra los turcos otomanos, el trono del reino de Hungría quedó vacante y una serie de disputas se sucedieron. El emperador germánico Fernando I de Habsburgo trató de pactar con el voivoda húngaro Juan I Szapolyai de Transilvania, quien también era contrario al rey de Hungría, coronado tras la batalla de Mohács. Dicho acuerdo no lograría mantenerse en el tiempo y finalmente Hungría quedaría separada en tres partes: una como el reino húngaro, gobernada por los Habsburgo; otra como el Vilayato de Buda después de la ocupación otomana en 1541, gobernada por los turcos; y desde 1570, la tercera como el Principado húngaro de Transilvania, que era vasallo de los otomanos.
Dicha separación del reino de Hungría se mantuvo entonces a lo largo de casi siglo y medio de constantes batallas entre germanos, húngaros y turcos. En el Principado de Transilvania se protegió y se cultivó la cultura húngara, mientras que en los territorios húngaros ocupados por los turcos apenas existían pobladores. La mayoría había emigrado buscando un sitio más apropiado para el cultivo y para vivir, que no estuviese bajo influencia turca. Los territorios húngaros bajo Dominio de los Habsburgo continuaron poblados y manteniendo su cultura, aunque con el tiempo fueron adoptando ciertos rasgos germánicos. Esta división también definió la confesión religiosa de los pobladores de dichas zonas. Los húngaros de Transilvania eran en su gran mayoría protestantes; los de los territorios turcos católicos y protestantes, mas no adoptaron la religión musulmana; y los de los territorios bajo control germánico eran fervientemente católicos. Esta pugna religiosa resultó un arma perfecta para los príncipes húngaros de Transilvania como Esteban Bocskai y Gabriel Bethlen, quienes buscaban reunificar el reino, conduciendo así varias guerras de independencia contra los emperadores germánicos. Sin embargo, todos sus intentos resultaron en fracaso y después de la tentativa de los turcos en 1683 de invadir Viena, la Liga Santa se dispuso a expulsar definitivamente a los otomanos de los territorios húngaros.
De esta manera, en 1686 el emperador germánico y rey húngaro Leopoldo I de Habsburgo, junto a su comandante el príncipe Eugenio de Saboya, reconquistaron la ciudad de Buda. Después de esta victoria continuaron presionando a los ejércitos turcos fuera del reino, hasta que finalmente lo abandonaron en 1691. A partir de este momento todo el territorio húngaro, incluyendo Transilvania, estuvo bajo control del Sacro Imperio Romano Germánico, lo cual generó una serie de guerras de carácter independentista en dicho territorio.
El príncipe húngaro Emérico Thököly condujo una revuelta a gran escala en contra del emperador germánico y rey húngaro Leopoldo I, la cual fue sofocada alrededor de 1690 y lo obligaría a emigrar a territorio otomano, donde falleció en 1705. Posteriormente su hijastro, Francisco II Rákóczi también príncipe húngaro de Transilvania, condujo una guerra entre 1703 y 1711, que se vería sofocada por Leopoldo I, y tras su muerte en 1705 por su hijo José I de Habsburgo.
Tras dichos intentos independentistas Hungría se mantuvo sin conflictos durante más de un siglo, permaneciendo como parte del nuevo Imperio austríaco que surgió tras la caída del Sacro Imperio Romano Germánico en 1805. Hungría se alzó nuevamente durante la revolución en los Estados alemanes en 1848, surgiendo la llamada Revolución húngara de 1848, en la cual se enalteció el nacionalismo y la independencia de los Estados europeos y el rechazo al poder austríaco de los Habsburgo. De esta forma, el 15 de marzo de 1848 las calles de Buda se llenaron de gente, poetas e intelectuales, políticos y militares que protestaban contra el emperador austríaco Francisco José I. Las revueltas húngaras fueron sofocadas gracias a la intervención del Zar ruso, que acudió en ayuda del emperador austríaco, poniendo nuevamente orden en la nación húngara.
El fracaso de la revolución desencadenó una serie de ejecuciones de generales y dignatarios húngaros que se habían sublevado contra los austríacos. Tras la Guerra Austro-Prusiana de (1866), donde el Imperio fue derrotado junto a Baviera por Prusia, Austria perdió la posibilidad de convertirse en el eje que articulase la unificación alemana y su papel central lo ocupó definitivamente el Reino prusiano. Fue este un momento de debilidad idóneo para las aspiraciones autonomistas húngaras, y los dignatarios de aquel Reino lo aprovecharon enviando una comitiva encabezada por Francisco Deák, la cual le exigiría a Francisco José el establecimiento de un Parlamento en Hungría, junto a más facilidades, libertades y autonomía. De esta forma, en 1867, ante la amenaza de una nueva sublevación húngara, el emperador austríaco firmó el tratado conocido como el Compromiso y con ello surgiría la monarquía dual austrohúngara. Fue también el asentamiento definitivo de la política de los Habsburgo, que ya desde el siglo XVIII tendía a prestar más atención e importancia a sus dominios directos, que se extendían por Hungría, Bohemia, Moravia y otras regiones del este de Europa en lugar de los distintos Estados alemanes.
El jefe del Estado era el emperador, de la familia de los Habsburgo, que era a su vez jefe de los dos Estados, emperador de Austria y rey de Hungría; esto motivaba que en territorios de la corona de Austria el gobierno fuese denominado «real imperial» (abreviado como K.K., del alemán Kaiserlich Königlich) en señal de la identificación del monarca austriaco como rey y emperador simultáneamente. En Hungría esta denominación no fue fácilmente aceptada, requiriendo el gobierno de Budapest que el monarca fuera designado separadamente como «emperador» y «rey» atendiendo a que Hungría tenía oficialmente el rango de reino; por ello la administración utilizaba el término K.u.K. (del alemán Kaiserlich und Königlich, «imperial y real») para designar los asuntos de todo el imperio.
En los 51 años que duró la monarquía dual tuvo dos soberanos.
La esposa del emperador recibía el título de emperatriz y ostentaba la representación del Estado del mismo modo que una reina o primera dama. Las dos emperatrices que tuvo Austria-Hungría fueron:
El heredero al trono era el archiduque de Austria. Los herederos fueron:
Austria y Hungría mantenían dos parlamentos separados, con sede en Viena y Budapest, respectivamente, cada uno con su propio primer ministro.[1] De la coordinación entre estos dos gobiernos se encargaba el Gobierno del Emperador, dotado en teoría de un poder absoluto, pero limitado en la práctica. En ambos territorios, algunas regiones, como Galitzia-Lodomeria, en Austria, o Croacia-Eslavonia, en Hungría, tenían un régimen autónomo de autogobierno.
Había un Consejo de Ministros Común, formado por los dos primeros ministros, el ministro imperial de Asuntos Exteriores, el Jefe del Estado Mayor Imperial, el ministro de Finanzas, algunos archiduques y el emperador, que se encargaba del gobierno de las responsabilidades comunes (finanzas, defensa y política exterior). A su vez, dos delegaciones representantes de cada uno de los dos parlamentos se reunían por separado y votaban las propuestas del Consejo de Ministros Común.[2] En cualquier caso, el emperador tenía la decisión final en temas de defensa y relaciones exteriores.
La invasión de competencias entre los ministerios conjuntos y los gobiernos de cada uno de los dos Estados causó fricciones y desgobierno, especialmente entre las fuerzas armadas. Aunque el Consejo de Ministros Común se encargaba de todas las cuestiones militares, los gobiernos austríaco y el húngaro se encargaban separadamente de los temas de reclutamiento, legislación del servicio militar, transporte de tropas y la regulación de las cuestiones civiles de los militares. Por tanto, cada uno de los gobiernos tenía mucha influencia en cuestiones militares y cada uno podía desbaratar operaciones militares si lo juzgaba conveniente a sus intereses.
A menudo se dieron conflictos sobre aranceles exteriores y sobre la contribución de cada uno de los Estados a la hacienda común (en la que Austria asumía el 70 % del presupuesto[3] ). Según los acuerdos del Compromiso de 1867, cada diez años se tenían que renegociar estos temas,[3] y cada renovación comportaba nuevos problemas políticos. En 1905 las relaciones se torcieron con la disputa sobre qué lengua se debía utilizar en el ejército húngaro y por la llegada al poder en Budapest, en 1906, de un gobierno de coalición nacionalista húngaro. No obstante, los acuerdos se renovaron en octubre de 1907 y en noviembre de 1917.
Respecto a la participación de la población en el gobierno del imperio, Austria propició un régimen parlamentario a partir de las reformas de 1860, 1862 y 1867, que reconocieron las libertades religiosa, de pensamiento y de asociación. Se creó un parlamento bicameral o Reichsrat (cámara de diputados y cámara alta). Entre 1861 y 1897 se mantuvo el sufragio censitario e indirecto a través de cuatro curias de las que estaban excluidos los trabajadores. En 1897 el canciller imperial, conde Badeni, creó una 5.ª curia para representar a los trabajadores, pero hubo que esperar a 1907 para que se concediera el sufragio universal y directo a los austriacos, lo que redundó en los grandes partidos de masas (socialcristianos, socialdemócratas y pangermanistas).
En Hungría, por el contrario, se mantuvo una política rígida y centralista de magiarización de las minorías (eslovacos, ucranianos, serbios y rumanos) que quedaban sujetas a la autoridad del gobierno de Budapest (exceptuando de estas políticas a las minorías de croatas y germanos, protegidos expresamente por el Compromiso de 1867). La extensa nobleza húngara consiguió retener en sus manos los poderes ejecutivo y el legislativo gracias a un sufragio censitario muy restrictivo y a un fuerte autoritarismo que mantuvo sumisa a la mayoritaria población rural húngara, mientras restringía la participación política de las minorías a unos cuantos aristócratas rumanos y eslovacos, en tanto que ucranianos y serbios sólo tenían asegurado su poder político a nivel municipal y local. El poder de la nobleza húngara se basaba en el control de la tierra que, hasta la revolución de 1848, les pertenecía por completo.[4]
El Compromiso de 1867 permitió que el territorio mayormente polaco de Galitzia-Lodomeria alcanzara una amplia autonomía administrativa y cultural. A cambio de su lealtad a los Habsburgo, el control de los asuntos internos fue gradualmente transferido a la nobleza e intelectualidad polacas mediante un limitado sufragio censitario provincial, que beneficiaba a los polacos frente a los ucranianos que residían mayormente en atrasadas áreas rurales vecinas a Rusia. La nobleza polaca participó activa y lealmente en la administración imperial. De hecho Galitzia se convirtió en el «Piamonte» del irredentismo polaco frente al autoritarismo del Imperio alemán y del Imperio ruso en sus zonas de ocupación, naciendo la idea de la reconstrucción del Reino de Polonia bajo la corona de los Habsburgo (idea que se intentará llevar a la realidad durante la Gran Guerra en el proyecto fallido de la Regencia de Polonia).
Los croatas consiguieron también autonomía dentro del Reino de Hungría en 1868. Los croatas, mayoritariamente católicos y leales a la dinastía Habsburgo, quedaron frustrados por el Compromiso austrohúngaro, que los colocaba bajo la autoridad del gobierno húngaro, y mantuvieron una lucha constante por la defensa de sus derechos y libertades frente a los gobiernos centralistas de Budapest.
La monarquía dual se dividía en una serie de Estados que formaban parte de Austria o de Hungría, excepto Bosnia-Herzegovina que estaba bajo administración conjunta. La frontera quedó fijada en el río Leitha, por lo que Austria recibía el nombre de Cisleitania y Hungría el de Transleitania.
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Austria – Österreich | |||||
Estado | Estatus | Extensión (km²) | Población (1910) | Capital | Población (1910) |
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Alta Austria – Österreich ob der Enns | Archiducado | 11.982 | 853.006 | Linz | 71.000 |
Baja Austria – Österreich unter der Enns | Archiducado | 19.825 | 3.531.814 | Viena – Wien | 2.031.000 |
Bohemia – Böhmen | Reino | 51.947 | 6.769.548 | Praga – Prag | 224.000 |
Bucovina – Bukowina | Ducado | 10.441 | 800.198 | Chernivtsi – Czernowitz | 87.000 |
Carintia – Kärnten | Ducado | 10.326 | 396.200 | Klagenfurt | 29.000 |
Carniola – Krain | Ducado | 9.954 | 526.000 | Liubliana – Laibach | 47.000 |
Dalmacia – Dalmatien | Reino | 12.831 | 645.666 | Zadar – Zara | 14.000 |
Estiria – Steiermark | Ducado | 22.425 | 1.444.157 | Graz | 152.000 |
Galitzia y Lodomeria – Galizien und Lodomerien | Reino | 78.497 | 8.025.000 | Leópolis – Lemberg | 206.000 |
Gorizia y Gradisca – Görz und Gradisca* | Condado principesco | 2.918 | 260.721 | Gorizia – Görz | |
Istria – Istrien* | Margraviato | 4.956 | 403.566 | Pula – Pola | |
Moravia – Mähren | Margraviato | 22.222 | 2.622.271 | Brno – Brünn | 126.000 |
Salzburgo – Salzburg | Ducado | 7.153 | 214.737 | Salzburgo | 36.000 |
Silesia – Schlesien | Ducado | 5.147 | 756.949 | Opava – Troppau | 31.000 |
Tirol – Tirol | Condado principesco | 26.683 | 946.613 | Innsbruck | 53.000 |
Trieste – Triest* | Ciudad | 95 | 230.000 | Trieste – Triest | 161.000 |
Vorarlberg – Vorarlberg | Estado (land) | 2.602 | 145.000 | Bregenz | 9.000 |
Austria – Österreich | Imperio (Kaiserlich) | 300.004 | 28.571.446 | Viena – Wien | 2.031.000 |
Hungría – Ungarn | |||||
Estado | Estatus | Extensión | Población (1910) | Capital | Población (1910) |
Croacia y Eslavonia – Kroatien und Slavonien | Reino | 42.534 | 2.622.000 | Zagreb – Agram | 80.000 |
Hungría – Ungarn | Reino | 282.297 | 18.265.000 | Budapest | 882.000 |
Rijeka – Fiume | Ciudad | 21 | 48.800 | Rijeka – Fiume | 39.000 |
Hungría – Ungarn | Reino (Königlich) | 324.852 | 20.935.800 | Budapest | 882.000 |
Administración conjunta (desde 1908) | |||||
Estado | Estatus | Extensión | Población (1910) | Capital | Población (1910) |
Bosnia-Herzegovina – Bosnien und Herzegowina | Estado (land) | 51.082 | 1.931.802 | Sarajevo – Sarajewo | 52.000 |
Nota: Gorizia y Gradisca, Istria y Trieste formaban el Küstenland o «Provincia costera», que contaba con 894 287 habitantes y 7969 km².
La economía austrohúngara cambió profundamente durante la época de la monarquía dual. El progreso tecnológico aceleró la industrialización y el crecimiento de las ciudades. Ante el desarrollo del capitalismo, las antiguas instituciones feudales comenzaron a desaparecer. El crecimiento económico se centró en un principio en Viena y su entorno, en las regiones alpinas y en Bohemia. Durante los últimos años del siglo XIX el crecimiento económico se extendió también a la llanura húngara y las regiones de los Cárpatos. Al estallar la Gran Guerra la economía austrohúngara era la quinta economía europea y la sexta mundial por su PNB, ocupando los mismos puestos respecto a su potencia industrial y comercial.
Dentro del Imperio las regiones occidentales estaban más desarrolladas que las orientales. Como muestra del rápido crecimiento económico, el PNB per cápita se incrementó a un ritmo de 1,45 % anual entre 1870 y 1913. Un nivel de crecimiento comparable al de otros países como el Reino Unido (1,00 %), Francia (1,06 %) o el Imperio alemán (1,51 %).
Aun así, la economía de Austria-Hungría en su conjunto se encontraba todavía por detrás de las de otras potencias ya que había comenzado más tarde su modernización. Así, el Reino Unido tenía un PNB un 70 % superior al austrohúngaro y el Imperio Alemán un 100%. Por otro lado había importantes diferencias de nivel económico entre las distintas regiones (Bohemia o Austria mantenían niveles de desarrollo económico y social equivalentes a los de Alemania o Francia, mientras que Transilvania, Galitzia o Bosnia-Herzegovina mantenían una gran similitud con los situaciones balcánicas o rusas.
El ferrocarril se extendió rápidamente en todo el territorio austrohúngaro. Anteriormente, en 1841, el Imperio austríaco había desarrollado una red de ferrocarriles en las regiones occidentales, con centro en Viena. Poco después y con intención de aprovecharlo militarmente, el gobierno invirtió fuertemente en el ferrocarril, construyendo líneas de tren hacia Bratislava, Budapest, Praga, Cracovia, Graz, Liubliana y Venecia. En 1854 Austria disponía ya de 2000 km de vías férreas de las que un 70 % eran propiedad del Estado. Desde ese momento el gobierno comenzó a vender gran parte de las líneas a la iniciativa privada para recuperar sus inversiones y poder pagar los costes provocados por la Revolución de 1848 y la Guerra de Crimea.
Desde 1854 hasta 1879 la iniciativa privada se ocupó de la construcción de nuevas vías. En Austria, con 7952 km nuevos de líneas, y en Hungría, con 5839 km, se conseguía de esta forma cohesionar la economía austrohúngara, al menos en lo que hacía referencia al transporte.
Después de 1879, el Gobierno austrohúngaro comenzó a racionalizar la red ferroviaria, principalmente a causa del freno en el crecimiento económico durante la depresión mundial de la década de 1870. Entre 1879 y 1900 se construyeron más de 25 000 km nuevos de vías en todo el Imperio, llegando el ferrocarril a las regiones más orientales. En 1914 la red ferroviaria llegó a tener más de 43 000 km (la tercera de Europa).
La red ferroviaria redujo los costes del transporte y abrió nuevos mercados para productos de otras regiones del Imperio, sobre todo de las más industrializadas (Baja Austria y Bohemia).
Población del Imperio austrohúngaro por territorios | |||||||
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Territorio | Población (1910) | Población (1914) | |||||
Alta Austria | 853.000 | 864.000 | |||||
Baja Austria | 3.532.000 | 3.635.000 | |||||
Bohemia | 6.770.000 | 6.860.000 | |||||
Bucovina | 800.000 | 818.000 | |||||
Carintia | 396.000 | 406.000 | |||||
Carniola | 526.000 | 530.000 | |||||
Dalmacia | 646.000 | 668.000 | |||||
Estiria | 1.444.000 | 1.468.000 | |||||
Galicia y Lodomeria | 8.025.000 | 8.212.000 | |||||
Küstenland | 894.000 | 938.000 | |||||
Moravia | 2.622.000 | 2.667.000 | |||||
Salzburgo | 215.000 | 221.000 | |||||
Silesia | 757.000 | 776.000 | |||||
Tirol y Vorarlberg | 1.092.000 | 1.130.000 | |||||
Austria | 28.571.000 | 29.193.000 | |||||
Croacia y Eslavonia | 2.622.000 | 2.670.000 | |||||
Hungría | 18.265.000 | 18.811.000 | |||||
Fiume | 49.000 | 49.000 | |||||
Hungría | 20.936.000 | 21.530.000 | |||||
Bosnia-Herzegovina | 1.932.000 | 2.076.000 | |||||
IMPERIO AUSTROHÚNGARO | 51.439.000 | 52.799.000 |
La población del Imperio austrohúngaro era de 48.592.000 habitantes en el censo de 1907. El censo oficial de 1910 arrojaba la cifra de 51.439.048 habitantes en todo el Imperio. Austria tenía 28.571.446, Hungría 20.935.800 y la provincia de Bosnia-Herzegovina 1.931.802. En 1914 la población era de 52.799.000 habitantes.
La población estaba desigualmente repartida en el territorio, que presentaba una densidad de población de 78 hab/km². En 1914, Austria tenía 97 hab/km² y Hungría 66 hab/km². El contraste era superior entre las regiones industrializadas (Baja Austria, Bohemia, Moravia y Silesia), que superaban los 120 hab/km², y las zonas montañosas de los Alpes (Salzburgo, Tirol y Vorarlberg) y los Balcanes (Bosnia-Herzegovina y Dalmacia), que no llegaban a los 60 hab/km². Las regiones centrales, dedicadas sobre todo a la agricultura (Carniola, Croacia, Estiria y Hungría), tenían densidades entre los 50 hab/km² y los 70 hab/km². La costa estaba densamente poblada, superando los 100 hab/km², y otras regiones de economía mixta (Alta Austria, Bucovina) estaban entre los 70 hab/km² y los 80 hab/km². La extensa provincia de Galicia y Lodomeria, la más poblada de la Cisleithania, estaba en torno a los 100 hab/km².
Si algo caracterizaba al Imperio austrohúngaro era la gran variedad de grupos étnicos que lo componían, debido a la diversidad lingüística, cultural y religiosa (15 nacionalidades con 12 lenguas y 7 confesiones religiosas). Los grupos mayoritarios eran el austro-germánico (23,9%), de lengua alemana, y el magiar (20%), de lengua húngara, y la religión estatal era la católica, además de la predominante.
Los eslavos eran el tercer grupo en número, si bien se dividían lingüísticamente en 6 idiomas (polaco, checo, eslovaco, ucraniano, esloveno y serbocroata) y 8 etnias, alguna de ellas de religión musulmana (bosniacos o bosnios). Por otra parte existían pueblos latinos, fundamentalmente italianos y rumanos, y también judíos, estos concentrados en las grandes ciudades y en la región de Galitzia, de lengua alemana, húngara o yiddish.
Población por nacionalidades en Hungría[5] | |||||||
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Nacionalidad | 1880 | 1890 | 1900 | 1910 | |||
Húngaros | 6.445.487 | 7.426.730 | 8.679.014 | 10.050.575 | |||
Austríacos | 1.953.911 | 2.107.577 | 2.114.423 | 2.037.435 | |||
Eslovacos | 1.864.529 | 1.910.279 | 2.008.744 | 1.973.970 | |||
Rumanos | 2.405.085 | 2.591.905 | 2.785.265 | 2.949.032 | |||
Ucranianos | 356.062 | 383.392 | 427.825 | 472.587 | |||
Croatas | 2.352.339 (croatas y serbios) | 1.554.000 | 1.670.905 | 1.833.162 | |||
Serbios | — | 1.057.264 | 1.042.022 | 1.106.471 | |||
Judíos | 624.826 | 707.961 | 826.222 | 932.458 | |||
Otros | 264.689 | 318.251 | 394.142 | 469.255 |
De todas estas nacionalidades, cinco eran las denominadas «históricas» por haber constituido en el pasado los antiguos Estados que formaron la monarquía y por considerarse que se encontraban en una fase de mayor evolución política y social. Esta consideración tenía como consecuencia el reconocimiento de derechos políticos históricos y la autorización para el uso de la propia lengua en la administración y la enseñanza. Austroalemanes, húngaros, polacos, croatas y checos gozaban en diverso grado de privilegios políticos, administrativos y/o culturales que les eran negados a los otros pueblos del imperio.
Por regiones, los austríacos de lengua alemana eran mayoría en Austria, Carintia, Estiria, Salzburgo, Silesia, Tirol y Vorarlberg, habiendo fuertes minorías germanas en Bohemia (36,8%), Moravia (27,6%), Hungría (10,4%), Transilvania (8,7%), Bucovina (21,4%) y Carniola (5,3%). Los húngaros poblaban la llanura del Danubio y Transilvania (34,8%).
Los eslavos y latinos se distribuían por las márgenes del Imperio. Los checos habitaban Bohemia y Moravia; los polacos Galitzia occidental; los ucranianos Galitzia oriental y Lodomeria, así como el norte de Bucovina y el sector transilvano de Maramureş; los rumanos la mayor parte de Transilvania (55%), las partes orientales del Banato y del este de la llanura Panónica, así como la mitad sur de la Bucovina; los croatas y serbios habitaban Croacia-Eslavonia, Bosnia-Herzegovina, Dalmacia y Rijeka (Fiume en italiano), y gran parte de Istria; los eslovacos lo que hoy es Eslovaquia (alta Hungría); los eslovenos Carniola y en menor medida Estiria y Carintia; y los italianos y otros latinos el sur del Tirol (actual Trentino) y las ciudades de Gorizia, Istria y Trieste (Küstenland).
Principales ciudades del Imperio austrohúngaro (1910) | |||||||
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Posición | Ciudad | Población | |||||
1.ª | Viena | 2.083.630 | |||||
2.ª | Budapest | 880.371 | |||||
3.ª | Praga | 514.300 | |||||
4.ª | Lemberg | 361.000 | |||||
5.ª | Trieste | 229.510 | |||||
6.ª | Cracovia | 183.000 | |||||
7.ª | Graz | 168.808 | |||||
8.ª | Brünn | 138.000 | |||||
9.ª | Szeged | 96.063 | |||||
10.ª | Szabadka | 93.232 | |||||
11.ª | Debrecen | 90.764 | |||||
12.ª | Czernowitz | 87.100 |
En el Imperio austrohúngaro existía una red de ciudades similar a las de otros Estados de la época, condicionada por la densidad de población, la industrialización y los condicionantes históricos. Así, las principales ciudades eran las capitales de las regiones que conformaban el Imperio, tradicionales centros del poder político. El desarrollo industrial sirvió, al igual que en el resto de Europa, para que la población tendiese a concentrarse en los núcleos urbanos, que experimentaron un crecimiento sin parangón durante la segunda mitad del siglo XIX. En 1914 el imperio contaba con una extensa red de unas 30 ciudades de más de 50.000 habitantes, además de tres grandes metrópolis en el ámbito económico y cultural europeo.
A la cabeza de todas las urbes estaba la capital, Viena, que pasó de los 900.998 habitantes de 1869, dos años después de la creación del Estado dual, a 2.083.630 en 1910, siendo en vísperas de la Primera Guerra Mundial la tercera ciudad más grande de Europa, tras Londres y París y cuarta de la Tierra, tras estas y Nueva York. Viena era, además de capital del Imperio austrohúngaro, de la zona austríaca de éste. Era la mayor metrópoli germana mundial. El crecimiento de Viena, que alcanzó en 1916 su máxima población histórica con 2.239.000 habitantes, se debió a una suma de factores que la convirtieron en un centro político, económico, industrial y cultural de primer orden europeo y mundial, y por tanto el mayor polo de atracción demográfica de toda Austria-Hungría.
La segunda ciudad del Imperio era Budapest, que contaba con 880.371 habitantes en 1910 y un área metropolitana de 935.000, superando el millón en 1914. Era la capital y centro económico y cultural del Reino de Hungría, el otro Estado de la monarquía dual, y estaba poblada mayoritariamente por magiares con importantes minorías judía y germana. Budapest era el resultado de la unión de los núcleos de Buda y Pest a finales del siglo XIX.
En importancia demográfica les seguía Praga, capital del Reino de Bohemia, en Austria, que contaba con 224.000 habitantes (550.000 en el área metropolitana), poblada mayoritariamente por checos y con minorías de judíos y germanos, y que experimentó un gran crecimiento debido a la industrialización. Tras ella, Leópolis (llamada Lemberg), con 361.000 habitantes de origen polaco, ucraniano y germano, capital de Galitzia; Trieste, con 229.510 italianos y eslovenos; Cracovia (llamada Kraków o Krakau), la antigua capital polaca, con 183.000 habitantes, centro del irredentismo polaco; las ciudades de población germana Graz y Brno (llamada Brünn) superaban los 100.000 habitantes.
La red de ciudades estaba jerarquizada demográficamente y cerca de los 100.000 habitantes contaban las ciudades húngaras de Subotica, llamada Szabadka en húngaro y Maria-Theresiopel en alemán, Szeged y Debrecen. Tras ellas Czernowitz, ciudad multiétnica mayormente judía, capital de Bukovina, con cerca de 90.000 habitantes. Con más de 75.000 habitantes y unos 100.000 con los suburbios, Zagreb (llamada Agram) actual capital croata y Bratislava (llamada Pressburg), de población germana, eslovaca y húngara. Con más de 50.000 habitantes encontramos otras poblaciones como Cluj (llamada Klausenburg), Kecskemét, Arad, Timisoara (llamada Temesvar), Fiume, Pilsen, Olomouc (llamada Olmutz), Linz, Innsbruck, Liubliana (llamada Laibach) o Sarajevo.
Las ciudades austrohúngaras contaban todas ellas con fuertes minorías judías (entre el 10-35% de la población según las ciudades), siendo pieza fundamental en el mantenimiento de la vida económica y cultural del imperio al constituir en gran parte las clases medias urbanas.
Escudo de armas del Imperio austrohúngaro (1915-1918)
Bandera de Austria y colores de la Casa de Habsburgo
Escudo de armas de Austria-Hungría, Foco austríaco
(Versión de 1867)
Escudo de armas de las Tierras de la Corona de San Esteban (1915-1918)