La Primera República pasó por tres formas de gobierno durante sus doce años de existencia:
La Convención Nacional, entre 1792 y 1795, con un gobierno girondino primero y uno jacobino después, conocido como el Terror, siendo el líder más conocido de esta última etapa Maximilien Robespierre. El periodo que se inicia a partir de su caída lleva el nombre de Convención termidoriana, y se define por su antijacobinismo, la vuelta al poder de los girondinos y de los republicanos moderados, la presión de los monárquicos y la vuelta a una economía de corte más liberal.
El Directorio, entre 1795 y 1799, de carácter más moderado. Caracterizado por las victorias militares del ejército de la República, una grave crisis económica y las disensiones entre los Directores, que limitan su capacidad para gobernar.
El Consulado, entre el 10 de noviembre de 1799 y 18 de mayo de 1804: creado a raíz del golpe de Estado del 18 de Brumario y definido por la Constitución del año VIII, termina después de la coronación de Napoleón Bonaparte y el establecimiento del Primer Imperio francés. En la Constitución del año XII, está claro que el gobierno de la República es ejercido por un emperador hereditario. El nombre "República francesa" desaparece paulatinamente en beneficio de "Imperio francés".